jueves, 5 de noviembre de 2015

La entrevista semi-directiva



 La entrevista semi-directiva

La entrevista semidirectiva es referida por Vela (2001) como sinónimo de la entrevista semiestructurada la que según este autor, se trata de una combinación de las características de la entrevista estructurada y la no estructurada, en este tipo de entrevistas, el entrevistador cuenta con una serie de preguntas prediseñadas las cuales están orientadas hacia una tema en particular, sin embargo, el entrevistado dispone de la libertad suficiente para tocar más a profundidad algún o algunos aspectos del tema en cuestión, el mismo autor considera que “la entrevista enfocada o centrada es de este tipo” (Vela, 2001, p. 77). Al igual que la entrevista semiestructurada, la entrevista enfocada combina las características de profundidad y libertad de las entrevistas no estructuradas con el sentido de orden de las entrevistas estructuradas.

En otra definición hecha por García (1998) se menciona que la entrevista semiestructurada es de alguna manera directiva en cuanto contiene cuestionamientos predeterminados. Esta característica es considera en Arnau, J., Anguera, M. & Gómez, J. (1990)  en tanto que plantean que se trata de una entrevista en la que los cuestiones no se encuentran totalmente predeterminadas, condición que permite obtener respuestas más amplias y que no se habían previsto, esta característica le brinda un aventaja sobre otros tipos de entrevista. Los mismos  autores consideran que existe la posibilidad de generar sesgos al momento de informar al entrevistado los propósitos de la entrevista, mismos que deben ser contemplados al momento de realizar un análisis de resultados.

El inicio de toda entrevista cualitativa, consiste en la decisión de aplicar, ya sea una entrevista de tipo estructurada, no estructurada o semiestructurada, esta última  entendida como una combinación de las dos primeras, donde se conservan tanto la profundidad como la libertad, sobre todo de las respuestas,  de la entrevista no estructurada así como  las características de focalización en el tema,  propias de la entrevista estructurada. En Vela (2001) se recomienda utilizar este tipo de entrevista en situaciones donde, tanto las condiciones como las características de los entrevistadores lo determinan, por ejemplo, con personas que disponen de cierto límite de tiempo, situación en la que debido a que el entrevistador dispone de una serie de preguntas previas sobre el tema de interés,  permite un uso eficiente del mismo, además de  mantener una orientación. De la misma forma, recomienda que se realice un reconocimiento previo de la situación con la finalidad de obtener la suficiente sensibilidad para recoger la información subjetiva que emane de elementos como reacciones, bloqueos o el simbolismo atribuido a los diversos elementos que se presenten durante el proceso.

 Por otra parte, se plantea que existen  cuatro criterios que se presentan durante el proceso de la entrevista, por una parte, se encuentran, en un grupo a) - el rango y la especificidad, en éstas se  describen las expresiones que el entrevistado emite sobre la entrevista  en este mismo grupo están  b) - los estímulos que percibe de la misma. Por otra, c) - la profundidad, que se refiere a la evaluación de los significados expresados por el entrevistado, por último d) - el contexto personal, entendido como las experiencias personales del entrevistado que le imprimen características propias a los significados del entrevistado
  


 Por otra parte, “Jones sostiene que la entrevista a profundidad cumple su cometido, como dispositivo de indagación, solo en los casos de entrevistas no estructuradas” (Rivas, 1996, p. 198) esta premisa excluiría otros tipos de instrumentos de indagación como la entrevista semiestructurada para realizar una investigación cualitativa a profundidad. En una opinión contraria,  otros consideran que es posible alcanzar el grado necesario de profundidad requerido en la investigación por medio de la entrevista semiestructurada ya que “se puede propiciar el surgimiento de sentidos y significados de carácter subjetivo que recuperen la particularidad sobre la temática en cuestión” (Rivas 1996, p. 200). La característica de focalización de la entrevista semiestructurada podría representar una ventaja de cara a la entrevista abierta o no estructurada, ya que en esta última, dadas sus características, se podrían presentar, conocimientos nuevos y por lo mismo, no esperados que pondrían en riesgo la confiabilidad de los datos, referida ésta como la consistencia de los resultados de acuerdo a  Álvarez-Gayou (2003). De la misma forma, para Rivas (1996), la eficacia de un instrumento, radica en el grado de adherencia que mantiene éste tanto con el diseño como con la estrategia metodológica, especificando que esta última se ciñe a la finalidad de ésta Baz (S/A). Retomando a Rivas (1996) éste  plantea que la entrevista semiestructurada posibilita recoger datos de profundidad siempre y cuando ésta presente condiciones  como: 

a)- La posibilidad de integrar procesos respecto al tema en cuestión,
b)-Destacar posibles relaciones entre la información,
c)- Adentrarse en el escenario para establecer contextos,
d)-Considerar las experiencias del entrevistado
e)- Permitir que fluya la interacción entre entrevistado y entrevistador.

Este tipo de instrumento ha sido aplicado en investigaciones sobre las significaciones de la sexualidad, Rivas (1996), en este estudio la autora describe la construcción de un instrumento en el hace una combinación de la entrevista semiestructurada apegándose a las características de orientación y preformulación de cuestiones al mismo tiempo que retoma la técnica de las historias focales para definir el diseño, el resultado de este proceso, es un instrumento lo suficientemente flexible para propiciar la expresión espontánea del entrevistado pero que también presenta una orientación intencionada, características que le permitirían en determinado momento brindar elementos de análisis para una investigación cualitativa, pero que también podría aportar datos cuantitativos sin poner en riesgo el grado de profundidad requerido para la investigación en cuestión.

 
                                                                                Por su parte Álvarez-Gayou (2003) puntualiza en la posibilidad de obtener los niveles de profundidad planteados en la investigación cualitativa, por medio del uso de  la entrevista semiestructurada, que según este autor, aunque presentan temas determinados y la indicación abierta de algunas de las cuestiones, tienen como característica la libertad del cambio del orden y el planteamiento de la pregunta, esta característica de flexibilidad dentro de lo riguroso, permite adaptar rápidamente el formato de acuerdo a los cambios de la situación. Asimismo, se sugiere realizar el rapport, el cual permitirá sensibilizar a los participantes, así como la contextualización inicial y final del entrevistado. El contar con una guía permite llevar un orden, mientras que la determinación del diseño ofrecerá la indicación para continuar o no con dicho orden. Álvarez-Gayou (2003), plantea una serie de características que pueden identificarse durante el proceso de entrevista, y con las cuales es posible establecer la calidad de la misma como: preguntas concisas  que permitan respuestas amplias, que el entrevistador se asegure de que ha comprendido los significados del entrevistado, que las respuestas del entrevistado fluyan de manera natural y amplia.

Si se considera que la entrevista es un proceso de interacción entre dos o más personas que se presenta en un ambiente determinado, es necesario tomar en cuenta  las características de los elementos que ahí intervienen. En cuanto al espacio físico, es necesario que éste presente las condiciones de comodidad, iluminación y temperatura necesarias, en cuanto al entrevistado, Álvarez-Gayou (2003) reconoce que se pueden presentar sujetos poco cooperadores por lo que piensa que el entrevistador necesitará contar con características como: la sensibilidad que le permitirá, entre otros aspectos,   asegurarse de que se ha comprendido la pregunta, mostrar interés y apertura hacia el nuevo conocimiento, capacidad de dirección, es decir habilidad de mantener el encuadre redirigiendo la entrevista hacia el tema cuando éste cambie de dirección y capacidad de preguntar de manera crítica, entre otras.



 Como ya se mencionó anteriormente, la entrevista enfocada o centrada es considerada como un tipo de entrevista semiestructurada en Vela (2001), en tanto que como entrevista enfocada “indaga en una experiencia concreta del informante sobre la que se desea saber y cuyos efectos quieren analizarse” (Báez & Pérez de Tudela, 2009  p. 97). Esta adaptación de características permite el diseño de un tipo de entrevista en la que es posible estructurar la secuencia de determinada temática de interés con la finalidad de explorar la misma a profundidad por medio de la libre expresión del entrevistado.

Las características de los constituyentes de este proceso, representados por un entrevistador/investigador, un entrevistado/informante se encuentran aseguradas dentro de la especificación de roles presentes en la  entrevista a profundidad donde el primero representa la guía o dirección mientras que el segundo configura la entrevista   y un tercer elemento que adquiere formas cambiantes, el tema, en torno al cual se entreteje el nuevo conocimiento bajo la óptica, experiencia y relación que  un entrevistado manifiesta.


La información generada desde una entrevista semiestructurada de orientación cualitativa debe permitir,  “producir materiales que nos permitan un acceso a los entramados simbólicos que son el sostén de la experiencia humana y de esta manera estudiar procesos de subjetividad social”  (Baz, S/A, p. 84) El procesamiento que se le dé a la información recogida por medio de  una entrevista semiestructurada permite un manejo tanto cualitativo como cuantitativo.

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