La entrevista semi-directiva
La
entrevista semidirectiva es referida por Vela (2001) como sinónimo de la
entrevista semiestructurada la que según este autor, se trata de una
combinación de las características de la entrevista estructurada y la no estructurada,
en este tipo de entrevistas, el entrevistador cuenta con una serie de preguntas
prediseñadas las cuales están orientadas hacia una tema en particular, sin
embargo, el entrevistado dispone de la libertad suficiente para tocar más a
profundidad algún o algunos aspectos del tema en cuestión, el mismo autor
considera que “la entrevista enfocada o centrada es de este tipo” (Vela, 2001, p.
77). Al igual que la entrevista semiestructurada, la entrevista enfocada
combina las características de profundidad y libertad de las entrevistas no
estructuradas con el sentido de orden de las entrevistas estructuradas.
En
otra definición hecha por García (1998) se menciona que la entrevista
semiestructurada es de alguna manera directiva en cuanto contiene cuestionamientos
predeterminados. Esta característica es considera en Arnau, J., Anguera, M.
& Gómez, J. (1990) en tanto que plantean
que se trata de una entrevista en la que los cuestiones no se encuentran
totalmente predeterminadas, condición que permite obtener respuestas más
amplias y que no se habían previsto, esta característica le brinda un aventaja
sobre otros tipos de entrevista. Los mismos autores consideran que existe la posibilidad
de generar sesgos al momento de informar al entrevistado los propósitos de la
entrevista, mismos que deben ser contemplados al momento de realizar un
análisis de resultados.
El
inicio de toda entrevista cualitativa, consiste en la decisión de aplicar, ya
sea una entrevista de tipo estructurada, no estructurada o semiestructurada,
esta última entendida como una
combinación de las dos primeras, donde se conservan tanto la profundidad como
la libertad, sobre todo de las respuestas, de la entrevista no estructurada así como las características de focalización en el tema,
propias de la entrevista estructurada.
En Vela (2001) se recomienda utilizar este tipo de entrevista en situaciones
donde, tanto las condiciones como las características de los entrevistadores lo
determinan, por ejemplo, con personas que disponen de cierto límite de tiempo, situación
en la que debido a que el entrevistador dispone de una serie de preguntas
previas sobre el tema de interés, permite
un uso eficiente del mismo, además de
mantener una orientación. De la misma forma, recomienda que se realice
un reconocimiento previo de la situación con la finalidad de obtener la
suficiente sensibilidad para recoger la información subjetiva que emane de
elementos como reacciones, bloqueos o el simbolismo atribuido a los diversos
elementos que se presenten durante el proceso.
Por otra parte, se plantea que existen cuatro criterios que se presentan durante el
proceso de la entrevista, por una parte, se encuentran, en un grupo a) - el
rango y la especificidad, en éstas se describen las expresiones que el entrevistado
emite sobre la entrevista en este mismo
grupo están b) - los estímulos que
percibe de la misma. Por otra, c) - la profundidad, que se refiere a la
evaluación de los significados expresados por el entrevistado, por último d) - el
contexto personal, entendido como las experiencias personales del entrevistado
que le imprimen características propias a los significados del entrevistado
Por otra parte, “Jones sostiene que
la entrevista a profundidad cumple su cometido, como dispositivo de indagación,
solo en los casos de entrevistas no estructuradas” (Rivas, 1996, p. 198) esta
premisa excluiría otros tipos de instrumentos de indagación como la entrevista
semiestructurada para realizar una investigación cualitativa a profundidad. En
una opinión contraria, otros consideran
que es posible alcanzar el grado necesario de profundidad requerido en la
investigación por medio de la entrevista semiestructurada ya que “se puede
propiciar el surgimiento de sentidos y significados de carácter subjetivo que
recuperen la particularidad sobre la temática en cuestión” (Rivas 1996, p. 200).
La característica de focalización de la entrevista semiestructurada podría
representar una ventaja de cara a la entrevista abierta o no estructurada, ya
que en esta última, dadas sus características, se podrían presentar,
conocimientos nuevos y por lo mismo, no esperados que pondrían en riesgo la
confiabilidad de los datos, referida ésta como la consistencia de los
resultados de acuerdo a Álvarez-Gayou
(2003). De la misma forma, para Rivas (1996), la eficacia de un instrumento,
radica en el grado de adherencia que mantiene éste tanto con el diseño como con
la estrategia metodológica, especificando que
esta última se ciñe a la finalidad de ésta Baz (S/A). Retomando a Rivas (1996)
éste plantea que la entrevista
semiestructurada posibilita recoger datos de profundidad siempre y cuando ésta
presente condiciones como:
a)-
La posibilidad de integrar procesos respecto al tema en cuestión,
b)-Destacar
posibles relaciones entre la información,
c)-
Adentrarse en el escenario para establecer contextos,
d)-Considerar
las experiencias del entrevistado
e)-
Permitir que fluya la interacción entre entrevistado y entrevistador.
Este
tipo de instrumento ha sido aplicado en investigaciones sobre las significaciones
de la sexualidad, Rivas (1996), en este estudio la autora describe la
construcción de un instrumento en el hace una combinación de la entrevista
semiestructurada apegándose a las características de orientación y
preformulación de cuestiones al mismo tiempo que retoma la técnica de las
historias focales para definir el diseño, el resultado de este proceso, es un
instrumento lo suficientemente flexible para propiciar la expresión espontánea
del entrevistado pero que también presenta una orientación intencionada,
características que le permitirían en determinado momento brindar elementos de
análisis para una investigación cualitativa, pero que también podría aportar
datos cuantitativos sin poner en riesgo el grado de profundidad requerido para
la investigación en cuestión.
Por
su parte Álvarez-Gayou (2003) puntualiza en la posibilidad de obtener los
niveles de profundidad planteados en la investigación cualitativa, por medio
del uso de la entrevista
semiestructurada, que según este autor, aunque presentan temas determinados y
la indicación abierta de algunas de las cuestiones, tienen como característica
la libertad del cambio del orden y el planteamiento de la pregunta, esta
característica de flexibilidad dentro de lo riguroso, permite adaptar
rápidamente el formato de acuerdo a los cambios de la situación. Asimismo, se
sugiere realizar el rapport, el cual permitirá sensibilizar a los
participantes, así como la contextualización inicial y final del entrevistado.
El contar con una guía permite llevar un orden, mientras que la determinación
del diseño ofrecerá la indicación para continuar o no con dicho orden.
Álvarez-Gayou (2003), plantea una serie de características que pueden
identificarse durante el proceso de entrevista, y con las cuales es posible
establecer la calidad de la misma como: preguntas concisas que permitan respuestas amplias, que el
entrevistador se asegure de que ha comprendido los significados del
entrevistado, que las respuestas del entrevistado fluyan de manera natural y amplia.
Si
se considera que la entrevista es un proceso de interacción entre dos o más
personas que se presenta en un ambiente determinado, es necesario tomar en
cuenta las características de los
elementos que ahí intervienen. En cuanto al espacio físico, es necesario que
éste presente las condiciones de comodidad, iluminación y temperatura
necesarias, en cuanto al entrevistado, Álvarez-Gayou (2003) reconoce que se
pueden presentar sujetos poco cooperadores por lo que piensa que el
entrevistador necesitará contar con características como: la sensibilidad que
le permitirá, entre otros aspectos,
asegurarse de que se ha comprendido la pregunta, mostrar interés y
apertura hacia el nuevo conocimiento, capacidad de dirección, es decir
habilidad de mantener el encuadre redirigiendo la entrevista hacia el tema cuando
éste cambie de dirección y capacidad de preguntar de manera crítica, entre
otras.
Como ya se mencionó anteriormente,
la entrevista enfocada o centrada es considerada como un tipo de entrevista
semiestructurada en Vela (2001), en tanto que como entrevista enfocada “indaga
en una experiencia concreta del informante sobre la que se desea saber y cuyos
efectos quieren analizarse” (Báez & Pérez de Tudela, 2009 p. 97). Esta adaptación de características
permite el diseño de un tipo de entrevista en la que es posible estructurar la
secuencia de determinada temática de interés con la finalidad de explorar la
misma a profundidad por medio de la libre expresión del entrevistado.
Las
características de los constituyentes de este proceso, representados por un
entrevistador/investigador, un entrevistado/informante se encuentran aseguradas
dentro de la especificación de roles presentes en la entrevista a profundidad donde el primero
representa la guía o dirección mientras que el segundo configura la entrevista y un
tercer elemento que adquiere formas cambiantes, el tema, en torno al cual se
entreteje el nuevo conocimiento bajo la óptica, experiencia y relación que un entrevistado manifiesta.
La
información generada desde una entrevista semiestructurada de orientación
cualitativa debe permitir, “producir
materiales que nos permitan un acceso a los entramados simbólicos que son el sostén
de la experiencia humana y de esta manera estudiar procesos de subjetividad
social” (Baz, S/A, p. 84) El
procesamiento que se le dé a la información recogida por medio de una entrevista semiestructurada permite un
manejo tanto cualitativo como cuantitativo.
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